Panleucopenia Felina
¿Qué es la panleucopenia felina?
El término panleucopenia se refiere a una disminución en el número total de glóbulos blancos. Los glóbulos blancos juegan un papel muy importante en la inmunidad y son muy importantes a la hora de las defensas contra infecciones y enfermedades. En los casos de panleucopenia felina, el número de glóbulos blancos puede disminuir desde varios miles hasta sólo unos cientos. Esto hará que el gato afectado sea extremadamente vulnerable a otras infecciones.
¿Cuál es la causa?
La panleucopenia felina (PLF) es causada por un virus de la familia de los parvovirus, conocido como el virus de la panleucopenia felina (VPLF). Es parecido pero no igual al virus que causa la parvovirosis en perros. Los parvovirus son virus extremadamente resistentes y solamente son eliminados por desinfectantes potentes como la lejía doméstica al 2%. El VPLF puede sobrevivir en algunos ambientes durante un año o incluso más.
¿Cómo se transmite la infección?
El virus está presente en todas las excreciones, particularmente las heces, de los gatos infectados. Un gato susceptible puede infectarse por contacto directo con un gato infectado, o el virus puede transferirse vía agua contaminada, cuencos de alimentación o en los zapatos o la ropa. El periodo de incubación desde que el gato se infecta hasta que muestra signos clínicos es típicamente de unos tres a cinco días, en ocasiones un poco más de una semana.
¿Cuáles son los signos clínicos de una panleucopenia?
Los signos clínicos son diversos, pero los gatos típicamente experimentan depresión o letargia que puede progresar a colapso. Debido a que el virus infecta y destruye muy rápido las células en crecimiento, el sistema gastrointestinal suele estar afectado. Son muy frecuentes los vómitos y las diarreas, y las diarreas pueden contener sangre. El pelaje se vuelve lacio y áspero, y la piel acaba perdiendo su elasticidad debido a la deshidratación. Debido a que el sistema inmunitario acaba afectándose, muchos gatos infectados presentan otras infecciones. Puede observarse descarga purulenta de los ojos y de la nariz. Es una enfermedad muy parecida al virus del moquillo canino, y es por eso que su antiguo nombre era el "moquillo felino". Es importante tener en cuenta que el moquillo canino es una enfermedad muy diferente. La panleucopenia también ha recibido el nombre de "Enteritis infecciosa" debido a la diarrea que suele causar. En gatitos jóvenes con infección grave, los signos clínicos pueden llevar a una muerte súbita.
¿Puede tratarse la panleucopenia?
Cómo con la mayoría de enfermedades virales, no hay un tratamiento específico para el PLF. Los antibióticos no son efectivos contra los virus, pero son útiles para tratar infecciones bacterianas secundarias, ya que éstas son frecuentes debido a la falta de glóbulos blancos y la inmunodepresión. En PLF la deshidratación y el shock pueden comprometer la vida del gato. En estos casos los cuidados intensivos y la fluidoterapia serán esenciales. Si el gato recibe tratamiento agresivo durante la fase más aguda de la enfermedad, el pronóstico suele ser bueno.
¿Cómo puedo proteger a mi gato contra la panleucopenia?
Afortunadamente, existen vacunas efectivas y son parte del programa vacunal de los gatos. Es importante que los gatitos reciban más de una vacuna, ya que los anticuerpos maternales pueden interferir en la vacuna, bloqueando la respuesta inmune de la vacuna (para más información consulte nuestro página "Vacunación"). La inmunidad que aporta la vacuna contra la panleucopenia generalmente es muy buena, pero disminuye con el tiempo, más rápidamente en algunos gatos que en otros. Generalmente se recomienda la revacunación cada año o tres años. Su veterinario le recomendará cual es la mejor pauta vacunal según el estilo de vida de su gato.
¿Tiene la vacuna algún efecto secundario?
Las vacunas modernas contra la panleucopenia son seguras y los efectos secundarios son extremadamente raros. Sin embargo, como en cualquier vacuna, algunos gatos pueden permanecer letárgicos después de uno o dos días después de la vacuna. En raras ocasiones, se puede presentar reacciones alérgicas más graves a algún o algunos componentes de la vacuna. Estas reacciones se llaman shock anafiláctico y normalmente tienen lugar a los pocos minutos de la vacuna, pero a veces pueden retrasarse y aparecer horas después. Si usted observa en su gato signos como dificultad respiratoria, inflamación en la cara, o otros signos de estrés, llame a su veterinario inmediatamente.
Consulte cualquier duda que tenga sobre las vacunaciones con su veterinario.
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