Enfermedad del Virus de la Leucemia Felina, un Informe Completo
¿Qué es el virus de la leucemia felina (FeLV)? 
El virus de la leucemia felina (FeLV) es una de las enfermedades infecciosas virales más importantes en gatos. Cuando se describió por primera vez se identificó como una forma de leucemia, y de ahí su nombre. El FeLV provoca diferentes enfermedades, no solo la leucemia. Como todos los virus, el FeLV es un micro-organismo muy pequeño compuesto por ácido nucleico y unas cuantas proteínas y glicoproteínas. Los virus sólo pueden replicarse si están dentro de las células. El FeLV es un virus específico de los gatos que no tiene ninguna capacidad de transmisión a otros animales y personas.
¿Es un virus común?
El FeLV puede encontrarse por todo el mundo. En general, el 1-2% de la población felina está infectada con el virus, aunque los gatos expuestos son muchos más. La proporción de gatos infectados, no obstante, varía según el área geográfica, el ambiente y el estilo de vida del gato. La infección es más común en colonias de gatos donde hay mucho contacto entre gatos.
¿Qué tipo de enfermedad causa el FeLV?
El FeLV puede invadir y replicarse en diferentes tipos de células, incluyendo células del sistema inmune y tejidos formadores de células sanguíneas. Para replicarse, el ácido nucleico (código genético) del FeLV se inserta dentro del ácido nucleico de la célula que invade. El resultado puede ser la muerte de la célula o la inducción de mutaciones o cambios en su código genético. Estos cambios pueden hacer que la célula se convierta potencialmente en cancerosa. Los cambios cancerosos pueden ocurrir después de meses o incluso años de la infección.
El cáncer puede ocurrir en una gran variedad de tejidos, órganos y áreas del cuerpo, dependiendo del tipo y localización de las células que se han infectado por el virus. Estos cánceres pueden implicar cualquier tipo de glóbulos blancos sanguíneos (leucemia) u otras células procedentes de tejidos formadores de células sanguíneas. Los tumores más comunes asociados al FeLV son los tumores de células limfoides llamados limfomas o limfosarcomas. Estos tumores pueden ocurrir en una única o en varias localizaciones del organismo.
Aunque el cáncer es la enfermedad más común asociada al FeLV, también pueden desarrollarse otras enfermedades. En algunos gatos, la infección por FeLV puede resultar en una supresión del sistema inmunitario de moderada a grave. Esto significa que los gatos infectados tendrán menos capacidad para defenderse contra otras infecciones que normalmente no causarían problemas en gatos sanos. Los gatos afectados pueden desarrollar signos clínicos diversos, y su salud puede ir deteriorándose a lo largo del tiempo.
Otra presentación común en gatos infectados con FeLV es el desarrollo de una anemia muy grave. Otros problemas incluyen abortos, enteritis graves (inflamación intestinal), enfermedades neurológicas (nerviosas) y oculares (ojos).
El FeLV resulta normalmente fatal. Los estudios demuestran que el 80-90% de los gatos que se han infectado mueren a los tres o cuatro años del diagnóstico.
¿Cómo se transmite el FeLV?
La forma más frecuente de transmisión del FeLV es el contacto directo. El virus es frágil y no sobrevive mucho más que unas cuantas horas fuera del gato. Un gato infectado con FeLV lleva una gran cantidad de virus en la saliva y otros fluidos corporales como las secreciones nasales, orina y heces. Sin embargo, el FeLV no es un virus muy contagioso, y la transmisión generalmente requiere un periodo prolongado de contacto íntimo entre el gato infectado y el gato susceptible. Actividades que requieren contacto directo incluyen montas, acicalamiento mutúo, compartir la cama para dormir, y compartir los platos de comida. Las mordidas de gatos infectados pueden trasmitir la enfermedad.
Otra fuente potencial de infección incluye cuando una hembra gestante infectada con FeLV dá a luz. En esta situación, los gatitos pueden nacer ya infectados con FeLV o, más probable, se infectarán cuando su madre empiece a limpiarlos. Afortunadamente, la mayoría de gatas infectadas con FeLV no son fértiles, o se produce una muerte pre-natal de los gatitos con abortos o resorción de los fetos.
¿Qué ocurre cuando un gato se expone al FeLV?
No todos los gatos expuestos a FeLV desarrollarán la infección. Algunos gatos infectados serán capaces de desarrollar un respuesta inmune efectiva contra el virus. El sistema inmunitario es capaz de eliminar el virus en un 30% de todos los gatos adultos expuestos al FeLV. El problema es que durante el tiempo que el cuerpo necesita para eliminar el virus (unas semanas), el virus va a ir replicándose en los gatos y puede inducir cambios en las células que pueden provocar una enfermedad más adelante en su vida.
Aproximadamente un 70% de los gatos no son capaces de eliminar el virus. En estos casos, después de la infección, los gatos estarán permanentemente infectados con el virus, y tendrán altas probabilidades de desarrollar las enfermedades relacionadas con FeLV. Estos gatos que están infectados permanentemente con el virus son los responsables principales de la transmisión del FeLV. Aún así, pueden pasar algunos meses o incluso años entre la infección viral inicial y el inicio de los signos clínicos relacionados con la enfermedad. Durante este tiempo, el gato va a seguir eliminando virus continuamente en su saliva.
¿Cómo se diagnostica la infección por FeLV?
El diagnóstico de la infección de FeLV es relativamente simple. Existe un test sanguíneo rápido que se utiliza para detectar proteínas virales de FeLV en la sangre de un gato infectado. Estas pruebas son muy exactas y fiables, aunque en algunas ocasiones raras pueden dar resultados falsos. Algunos gatos con infección de FeLV transitoria (aquellos gatos con una respuesta inmune capaces de eliminar el virus) serán positivos a la prueba sanguínea. De forma que será necesario repetir la prueba a las 8 o 12 semanas después de la primera, para confirmar la presencia de infección. En algunas situaciones, puede ser necesario confirmar la infección a través de laboratorios especializados que utilizan unas técnicas más sofisticadas.
El diagnóstico de enfermedad debida a FeLV es más difícil debido a la gran variedad de signos clínicos y síntomas que se pueden presentar. Además, es común que la enfermedad se presente junto a otras enfermedades y condiciones.
¿Hay algún tratamiento para la infección de FeLV o la enfermedad que induce?
Actualmente no hay ningún tratamiento específico para los gatos infectados con FeLV. No hay ningún tratamiento eficaz para eliminar el virus del cuerpo. La mayoría de gatos infectados con FeLV acabarán muriendo o serán eutanasiados debido a las enfermedades relacionadas con la infección. Sin embargo, la mayoría de gatos que presentan enfermedades relacionadas con el FeLV mejorarán con el tratamiento sintomático, al menos por un tiempo. Por ejemplo, si el FeLV está causando inmunsupresión y el paciente desarrolla alguna infección secundaria, podremos tratar esta infección secundaria, y el gato mejorará clínicamente.
¿Cómo puedo prevenir la infección?
Existen vacunas disponibles para proteger contra el FeLV. Las vacunas son altamente recomendables en cualquier gato que tenga acceso al exterior y que por tanto, pueda tener contacto con otros gatos infectados con el FeLV. Como con el resto de vacunas se requiere una pauta de dos inyecciones inicialmente y después recordatorios anuales para mantener la inmunidad. Su veterinario decidirá cuales son las mejores opciones para su gato. Todos los gatos deberían ser examinados para el FeLV antes de vacunarse.
Aunque las vacunas son muy útiles para prevenir la infección con el FeLV y controlar la enfermedades relacionadas con el virus, no se consideran efectivas al 100%. Siempre que sea posible, no permita que su gato, particularmente si aún es cachorro, esté en contacto con gatos que sabemos que están infectados con FeLV, o con gatos de los que no conozcamos su historial de vacunaciones.
En colonias de gran tamaño, será posible controlar la infección con FeLV combinando exámenes sanguíneos, cuarentenas y programas de vacunación. Afortunadamente, la vacunación de un gato no interfiere con los resultados de los exámenes sanguíneos para detectar el FeLV.
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