Urgencias
Todos sabemos que las urgencias requieren atención inmediata. El problema es: ¿podemos reconocer una urgencia en el momento en que se produce?. Algunas son evidentes (un perro que cruza la carretera corriendo y es atropellado por un coche), pero otras pueden ser igual de graves aunque no tan obvias. Por ejemplo, una dilatación/torsión gástrica es probablemente la urgencia no traumática más grave para cualquier perro. ¿Podría reconocerla? Los primeros síntomas se pueden limitar a cierta intranquilidad acompañada de arcadas después de una comida copiosa en un perro de raza grande.
¿Qué debo hacer entonces, contactar a mi veterinario cada vez que mi perro tenga problemas digestivos?
No se trata de eso, pero el ejemplo pone de manifiesto las dificultades que implica definir una urgencia. Suponga que es propietario de un pastor alemán o de un Irish Wolfhound, el perro hace ejercicio intenso y después bebe bastante agua, come su ración habitual y vomita. En ese caso ha de vigilarlo atentamente y si observa molestias y más intentos de vomitar, considérelo una posible urgencia y póngase en contacto con nosotros de inmediato.
Mi perro busca en la basura y con frecuencia come cosas cuando hace ejercicio y vomita poco después. ¿He de llamarles?
En este caso ha de estar muy atento. Si las molestias se prolongan y sigue intentando vomitar considérelo una urgencia y llámenos de inmediato.
¿Cuáles son las urgencias más frecuentes que he de ser capaz de reconocer?
La lista que presentamos a continuación no es exhaustiva, pero esperamos que sirva como guía. En algunos casos la urgencia de la situación no es evidente por lo que, si le preocupa su animal, no dude en ponerse en contacto con nosotros cuanto antes.
Anafilaxis. Se trata de una reacción alérgica aguda que puede provocar un colapso y problemas respiratorios graves. Existen varias causas posibles y con frecuencia los primeros síntomas consisten en la aparición de zonas hinchadas en la cara u otras partes del cuerpo causadas por picaduras de insectos, alergias por contacto o reacciones a una inyección.
Mordiscos y heridas por peleas con otros animales. Son especialmente graves en los siguientes casos:
- Cuando sangran mucho.
- Si afectan la cabeza (especialmente ojos, orejas y nariz)
- Si se han producido heridas penetrantes en órganos internos
Hemorragias. El sangrado puede ser una urgencia si la pérdida de sangre es tan rápida que se forma un charco en el suelo o es capaz de empapar un vendaje normal en pocos minutos. La zona nasal, las orejas y las patas (incluso una uña arrancada) pueden sangrar abundantemente. Estos casos necesitan atención veterinaria urgente y en ocasiones sólo es necesario realizar una sedación para poder aplicar un vendaje adecuado que sea eficaz..
Quemaduras y escaldaduras. Con frecuencia la gravedad de estas lesiones no es evidente hasta que ha pasado cierto tiempo y se descubren las costras o la pérdida de pelo. Esto es debido a que el enrojecimiento inicial queda enmascarado por la capa de pelo. Si está presente en el momento en que se produce la lesión, lávela con abundante agua fría y póngase en contacto con nosotros inmediatamente o tan pronto como observe cualquier síntoma.
Vómitos continuos y/o diarrea. Si los vómitos son agudos, repetidos o continuos con o sin sangre y acompañados de diarrea, puede tratarse de una intoxicación o una infección intestinal aguda.
En estos casos lo más importante es la deshidratación, pero si da de beber al animal puede empeorar los vómitos, por lo que es imprescindible la atención veterinaria.
Convulsiones o ataques. Las convulsiones o ataques son una serie de espasmos incontrolados acompañados de un estado de coma o inconsciencia.
Eclampsia. Hipocalcemia, fiebre de la leche, tetania puerperal, o eclampsia son distintas denominaciones para una enfermedad que afecta a las hembras durante la lactación. También puede ocurrir durante las últimas etapas de la gestación. Los primeros síntomas son muy inespecíficos (inquietud, jadeo, aumento de la salivación o rigidez) y pueden derivar en espasmos musculares, fiebre y muerte. Si tiene alguna duda póngase en contacto con nosotros.
Gastroenteritis hemorrágica. Por lo general aparece después de una crisis de vómitos y diarrea pero también puede ocurrir espontáneamente sin ir acompañada de vómitos. Si su perro defeca heces sin formar y sanguinolentas, póngase en contacto con nosotros de inmediato.
Insuficiencia cardiaca. ¿Cómo reconocer un ataque al corazón o una insuficiencia cardiaca?
La insuficiencia cardiaca congestiva es una enfermedad habitual en perros de edad avanzada. Puede afectar ambos lados del corazón y con frecuencia no se diagnostica hasta que se produce un colapso. No obstante, hay algunos síntomas que nos pueden alertar sobre la aparición de una insuficiencia cardiaca, como la aparición de tos después de un ejercicio moderado o al despertarse, dificultades para respirar, coloración azulada de la lengua y las mucosas (labios y conjuntiva) e intolerancia al ejercicio.
El llamado ataque cardiaco en perros geriátricos suele producirse después de hacer ejercicio o de una fase de excitación. El corazón es incapaz de bombear la sangre lo bastante rápido y se produce un déficit grave de oxígeno en la musculatura y el cerebro que tiene como consecuencia un colapso repentino.
Golpe de calor. Aunque es más frecuente en perros que se dejan en los coches con poca ventilación en climas húmedos y cálidos, puede ocurrir en cualquier momento si la temperatura y la humedad ambiental son muy altas. El animal se encuentra nervioso y presenta un jadeo súbito y excesivo que puede ir seguido de pérdida de conciencia y muerte. Ésta situación es una verdadera urgencia: enfríe al perro con abundante agua fría y tráigalo lo más rápido posible.
Heridas. ¿Cuándo se consideran las heridas una urgencia? Una herida siempre justifica una llamada al veterinario. Es frecuente que las heridas que sólo afectan la piel, aunque sean grandes, no necesiten atención de urgencia siempre que no sangren en exceso. Por otro lado, cualquier herida penetrante en el tórax o el abdomen y cualquier herida que afecte los ojos se ha de considerar una urgencia aunque parezca superficial.
Envenenamiento. Los perros pueden lamer, tragar o entrar en contacto a través de la piel con productos tóxicos sin que nosotros lo sepamos. Los síntomas de un envenenamiento son muy variables: vómitos, diarrea, colapso, lesiones cutáneas (por sustancias cáusticas) etc. En caso de duda debe llamar al veterinario más cercano de inmediato.
Pérdida de conciencia o colapso. Puede presentarse aislada o acompañada de convulsiones. En ocasiones pueden suceder sin previo aviso, como en el caso de una pérdida de conciencia súbita tras un golpe en la cabeza.
¿Qué debo hacer en estas circunstancias?
1. Intente tranquilizarse y no ser presa del pánico. Así estará en mejor disposición para responder a las preguntas de su veterinario por teléfono.
2. Póngase en contacto con nosotros o con el veterinario más cercano para explicar qué ha pasado. Siga los consejos que le den y si no está totalmente seguro pida que le repitan las instrucciones.
3. Mantenga a su perro caliente y lo más tranquilo posible.
4. Sí existe una posible lesión de la columna o las extremidades reduzca el movimiento al mínimo.
5. Realice las medidas de primeros auxilios que le hayan recomendado
6. Traslade a su perro a un centro veterinario. Conduzca con cuidado y respete los límites de velocidad.
Si le resulta difícil contactar con su veterinario, le será útil disponer de una hoja informativa de primeros auxilios. Si no dispone de ella, pídanos un ejemplar.
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