Obesidad - Perros
Me han dicho que mi perro es obeso y que he de ponerlo a dieta. ¿Puede ser cierto?
Todos somos conscientes de los problemas que causa la obesidad en las personas, entre los que destacan alteraciones cardiacas, articulares o respiratorias. Lo que no es tan conocido es que los mimos problemas pueden afectar a nuestras mascotas si sufren de sobrepeso, por eso hay que asegurarse de que pierdan peso en caso necesario.
¿Qué es la obesidad? 
En el hombre, la obesidad se define de acuerdo con tablas estrictas que tienen en cuenta el peso y la altura. En el caso de los perros la definición es menos precisa debido a la gran variedad de tamaños y composiciones corporales. ¡Imagine a un Whippet comparado con un San Bernardo o a un chihuahua con un Gran Danés!
Es por eso que el diagnóstico de la obesidad es más subjetivo en los animales que en el hombre. En general, nos resulta fácil reconocer que el perro de otra persona es obeso, pero pocos aceptaremos sin problemas que nuestro propio perro tenga un ligero sobrepeso.
En los perros con pedigrí el diagnóstico es más sencillo, ya que cada raza tiene un peso óptimo y sólo con pesar al animal sabremos si es obeso.
En los perros cruzados el diagnóstico es mucho más difícil.
Los veterinarios clasifican a los perros con exceso de peso como animales con sobrepeso, pesados, obesos y muy obesos. En ocasiones, para establecer a qué categoría pertenece un individuo se toman medidas del grosor de la piel, igual que en las personas. Sin embargo, en la mayoría de los casos la clasificación depende de un examen físico en el que se establece si las costillas se pueden palpar individualmente.
Los perros con sobrepeso presentan una capa de grasa delgada sobre las costillas y tienen una cintura discernible. Si la capa que cubre las costillas es gruesa y se observan depósitos de grasa en la región lumbar y en la base de la cola, el animal se clasifica como pesado. Cuando las costillas no se pueden palpar debido a la grasa y no puede distinguirse la cintura, el perro está obeso. Por último, los animales muy obesos son aquellos con grandes depósitos de grasa en el tórax, el dorso y la base de la cola. La cadera no se distingue y presentan un abdomen en péndulo con distensión evidente.
Si mi perro está obeso, ¿Habrá cambiado en algo su comportamiento?
Muchos perros obesos son muy glotones: engullen rápidamente su comida, piden más y no dejan de pedir a las horas de comer de la familia. Son animales en los que se observa una reducción marcada de la actividad, que duermen en lugar de jugar y que a menudo sólo quieren pasear distancias cortas. También pueden tener dificultades para subir o bajar escaleras y jadean si se les obliga a hacer más ejercicio del imprescindible.
¿Cuál es la causa de la obesidad?
La obesidad simple es consecuencia de un exceso de energía que se almacena en forma de grasa. En otras palabras, el perro está recibiendo mas calorías de las que necesita para el mantenimiento de su organismo y su gasto energético. Pero hay muchas otras posibles causas de obesidad, como algunos desequilibrios hormonales y además, existen razas que tienden a engordad con mucha facilidad, como los labradores, los spaniels o los teckels (perros salchicha).
He castrado a mi a mi perro. ¿Puede ser eso la causa del problema?
Es posible que la castración aumente las probabilidades de sufrir obesidad. No obstante, hay que tener en cuenta que los perros guía para ciegos, sordos o inválidos están castrados y sin embargo mantienen su peso ideal mediante un control estricto de la dieta.
Estoy seguro de que mi perro no está obeso porque come muy poco cada día.
La obesidad se instaura de forma progresiva. A menudo creemos que la cantidad de comida que damos a nuestros perros es muy pequeña, pero nos olvidamos de las galleta y las golosinas. Además, no tenemos en cuenta que su tamaño es mucho menor que el nuestro y una sola galleta al día para un chihuahua equivale a varios paquetes para nosotros.
¿Qué puedo hacer? 
Que alguien le diga que su querida mascota tiene serios problemas de sobrepeso y puede tener problemas de salud siempre conlleva un cierto recelo inicial. Compare el peso de su perro con el que tenía a los dos años. No debería haber aumentado. Es esencial pensar positivamente y contar con la colaboración de toda la familia. Si le hubieran dicho que su perro tenía una enfermedad cardiaca o renal hubiera decidido de inmediato que el problema era serio. La obesidad es un problema igual de importante y requiere la cooperación de todos aquellos que estén en contacto con su mascota.
No dude en ponerse en contacto con su veterinario para pedir consejo. El peso no bajará en una noche. Igual que sucede en las personas es un proceso duro y, al principio, es frecuente tener la sensación de que el esfuerzo no tiene recompensa. Hay que estar preparado para ser paciente y constante. Anote todo lo que el perro come a lo largo del día y se sorprenderá con la cantidad de alimento que no tenía controlado: el pan para los pájaros, un bocadito de un vecino o amigo indulgente. Hay que estar muy atento y, por encima de todo, seguir las instrucciones profesionales y la dieta que se le ha recomendado. Una vez que el peso vuelva a un nivel aceptable verá cómo su animal parece haber perdido varios años. Vale la pena ser constante y nosotros haremos todo lo posible para ayudarle. No dude en ponerse en contacto con nuestro personal si tiene cualquier pregunta.
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